Dar de amamantar correctamente al bebe
Mi intención es darles a conocer y ayudar. Sí, quizás no a las madres que no dieron de mamar porque no tenían
leche. Sino a las que todavía están a tiempo de hacerlo. O a esas mismas
madres, por si les sirve para un futuro hijo. Pero quiero que quede clara una
cosa. No juzgo. No critico. No ataco. Para nada. Creo que la inmensa mayoría de
madres que dicen que no tenían leche, lo dicen de verdad, porque no “tenían”,
porque se dieron las circunstancias para que esto pasara.
Mujeres que por
circunstancias varias no dieron de mamar a sus hijos o lo hicieron unos pocos
días o semanas porque no tenían leche. Todas me dicen que eso existe, que eso
pasa, pero yo ahora quiero explicarles que no, que sólo un porcentaje realmente
pequeño, con una alteración hormonal importante, con la prolactina inhibida, no
tiene leche. El resto de las mujeres sí tienen leche, pero por una mala
información, una falta de estimulación, la leche ha dejado de producirse.
Algunos ejemplos;
El primero y más típico es el que se produce justo tras el
parto. Para que la lactancia se establezca de forma correcta, es necesario
poner al bebé a mamar en la primera hora tras el nacimiento. En los casos en
los que se separa al bebé de la madre, esto ya no sucede. Esta falta de
estimulación temprana puede ser el comienzo del fin. Evidentemente, muchas
mujeres a las que han separado de sus hijos han tenido lactancias
satisfactorias gracias a la estimulación precoz y constante. Si a la madre no
se le explica que debe estimularse, que debe ponerse a su hijo al pecho en la
primera ocasión, que debe usar el sacaleches si no puede estar con el bebe,
esas horas valiosas se perderán. Lo ideal es no separar a madre e hijo. Si por
alguna razón hay que hacerlo, si el bebé se queda ingresado en neonatos, la
madre debe poder estar con su hijo en todo momento, darle de mamar a demanda,
tener acceso a un sacaleches en el hospital. Si es la madre la que está
ingresada, se debe permitir que el bebé esté con ella tan pronto como sea
posible y todo el rato que sea posible, para que en todo momento tenga libre
acceso al pecho y a la leche materna. Si desde el principio no se estimula la
lactancia, si se esperan varias horas para poner al bebé al pecho, esa
necesaria estimulación fallará y no se producirá la subida de leche
adecuadamente. Conclusión: no hay leche.
Otro problema es la creencia de que la leche sale del pecho
a borbotones. Como si fuera un grifo. Señores, no somos vacas lecheras. Somos
mujeres. Y los primeros días, nuestro pecho produce calostro, una leche escasa
en cantidad pero con alto contenido en grasa, que alimenta a la perfección al
bebé que acaba de nacer. No voy a entrar en todas las propiedades del calostro,
sino en la cantidad. ¿Os imagináis los primeros momentos tras el parto, que nos
apretáramos los pechos cual ubres y nos salieran chorros de leche? ¿Qué íbamos
a hacer con tal cantidad? El estómago de un recién nacido tiene el tamaño de
una canica, unos pocos mililitros solo. No es lógico que tengamos litros de
leche entonces. Nos encontramos de nuevo con una falta de información. Si la gente
conociera este dato, nadie se preocuparía. Pero si una madre no sabe que el
calostro son sólo unas pocas gotas, y encima, tiene gente a su alrededor que
tampoco lo sabe, personal sanitario que le oprime las tetas y le dice que no
tiene leche (y esto es verídico), la abuela que le insiste en que no tiene
leche, la madre que aprieta y no ve derramarse ríos de leche, pues esa pobre
mujer creerá que no tiene. Si encima, le ofrecen biberones porque no tiene
leche….Fin de la lactancia. La subida de leche (o bajada, en algunos países) no
se produce hasta las primeras 48 horas más o menos, en algunos casos puede
tardar incluso varios días.
Muchos problemas hay también con los bebés prematuros o con
bajo peso. A parte de lo que hemos hablado, de la separación de la madre, hay
otro problema mayor. Los bebés prematuros o con bajo peso pueden tener poca
fuerza para succionar. Muchas veces se cansan mamando y no toman la cantidad
que necesitan. Si estas tomas inadecuadas se prolongan en el tiempo, el bebé
sufrirá un descenso de sus niveles de glucosa en sangre y esto hará que esté
cada vez más cansado y por consiguiente, tenga menos fuerza para mamar,
entrando así en un círculo vicioso. Evidentemente, al mamar poco, la producción
de leche se verá también disminuida. Y de nuevo, la madre no tiene leche. Hay
que realizar un correcto manejo de la alimentación de prematuros y bebés de
bajo peso. Si no pueden mamar porque están cansados, la madre se debe extraer
leche con el sacaleches o manualmente y luego, ofrecérsela al bebé con una
jeringa, con un vasito o con algún otro método que no sea un biberón. Asegurar
una correcta alimentación del recién nacido y una correcta estimulación de la
madre para una producción de leche adecuada a las necesidades del lactante. Una
vez me contaron una historia: “Un niño nació prematuro y como era tan pequeño,
había que alimentarle cada 2 horas por seguridad, no se podía dejar que pasase
más tiempo entre toma y toma. Y la única manera de hacerlo era darle biberones
de leche artificial. “La madre está convencida de que eso era lo correcto
porque fue lo que le dijeron los médicos en el hospital que nació. Y ella no
tenía leche. La falta de información correcta, el mal manejo de la situación,
la desinformación de esos médicos hicieron que ese niño casi no probase la
teta. Pero ese niño podría haberse alimentado con leche materna administrada
directamente del pecho de su madre a demanda, cada vez que el niño lo
necesitase, cada 2 horas, cada hora, cada media o cada 5 minutos. O habérsela
dado con jeringa o con una cucharilla si no tenía fuerza para mamar. Se habría
asegurado una correcta producción de leche y la madre sí habría tenido leche.
Otro caso de falta de leche: el establecimiento de horarios.
La lactancia funciona a demanda. Y funciona basándose en la estimulación.
Cuanto más mama el bebé, más cantidad se produce. Para que se entienda bien, se
produce la cantidad que necesita el niño según su succión. Pero cuando una
madre sale del hospital con unos horarios pautados o cuando ya en casa los
opiniólogos le dicen cada cuanto hay que dar de mamar, esa estimulación a
demanda ya no funciona. Si se pautan tomas cada 3 horas durante 10 minutos de
cada pecho, esa madre producirá leche para alimentar 20 minutos cada 3 horas.
(Esto es así más o menos, que no somos máquinas, pero para que se entienda). Si
el bebé tiene hambre antes de las 3 horas, algo lógico porque la toma de antes
había sido escasa, estará hambriento e irascible y llorará porque tiene hambre.
Llegará a la siguiente toma hambriento, pero sólo le darán 10 minutos de cada
pecho, lo que hará que el pobre bebé siga con hambre. Y así varios días.
Entonces, llegará la temida frase: este niño se queda con hambre, le darán un
biberón que se tomará de un trago y ya está hecho el daño. ¡El bebé lloraba de
hambre porque la madre no tenía leche! ¡Claro que la madre no tenía leche, pero
porque la estimulación del bebé ha sido tan escasa que la madre no ha producido
toda la que su hijo necesitaba, sino la cantidad que tomaba cada 3 horas
durante 10 minutos! Ha producido menos cantidad de la que realmente produciría
si el bebé mamase a demanda, cada 10-30-60 minutos o 2 horas, lo que el bebé
necesitase y si mamase todo el tiempo que quisiese, no solo 10 minutos. Habrá
menos leche debido al establecimiento de pautas absurdas.
Los pezones planos también dan para hablar en el fracaso de
la lactancia, aunque no sea por una falta de leche. Tener el pezón plano o
invertido no es sinónimo de fracaso de la lactancia. Para nada. En muchas
ocasiones, las madres, mal aconsejadas por familiares o profesionales
desinformados, no dan de mamar por tener un pezón plano o invertido. Pero en la
succión no sólo interviene el pezón, es más, este es el último en intervenir,
el que menos importancia tiene. Al mamar correctamente, el bebé “ordeña” los
conductos mamarios situados en la areola, la oprimen con la lengua. En el
movimiento, el pezón se estira y se introduce dentro de la boca. Aunque sea
plano, al mamar el bebé sale y coge forma. Puede resultar más difícil, sobre todo
los primeros días, por eso es importante un correcto asesoramiento, vigilar que
el bebé abre bien la boca y coge gran parte de la areola y mantener una postura
correcta. La lactancia materna, al cabo de unos días, hará que el pezón se
mantenga hacia afuera. En este vídeo se ve de forma clara cómo es la succión de
un bebé.
Los brotes o crisis de crecimiento son situaciones que
experimentan los bebés, más o menos a edades similares, en las que el bebé
necesita más alimento. Por ese motivo, mamarán con más frecuencia durante unos
días, para satisfacer sus necesidades. El brote más conocido es el de los 3
meses, momento en el que muchas madres, desconocedoras de lo que está
sucediendo, en vez de dar pecho cada vez que el bebé lo necesita, piensan que
no tienen leche y que el bebé se queda con hambre y comienzan a suplementar con
biberones. Cada vez que un bebé toma leche artificial, es menos leche materna
que toma, por lo que el cuerpo de la madre, viendo que el bebé mama menos,
comenzará a ajustarse a las necesidades y a producir menos, se siguen
aumentando los biberones, disminuye la lactancia materna…y al final la madre no
tiene leche. Es importante conocer cómo y cuándo se producen estas crisis de
crecimiento y saber que es algo que se supera en unos días. Podéis leer más
información sobre los brotes de crecimiento aquí.
Una mala técnica a la hora de dar el pecho también puede
desembocar en una “falta de leche”. Es importante que el niño esté colocado
correctamente, con el cuerpo girado hacia la madre, la boca bien abierta, el
pecho ofrecido a la altura correcta para que coja gran parte de la areola
inferior, la madre cómodamente colocada… En caso de fallar alguna de estas
situaciones, lo normal es que aparezcan grietas en el pezón, incluso heridas
que lleguen a sangrar. Esto suele ser debido a un mal agarre. Debido al dolor
que sufre la madre al dar el pecho, este se irá ofreciendo cada vez menos, o
alternando con tomas de biberones para dejar descansar el pezón. Toda esta
disminución en la estimulación hará que disminuya la producción de leche. Si
esto se mantiene en el tiempo y no se soluciona el problema de base, de nuevo
nos encontraremos con una madre que no tiene leche. Para evitar esto, es
importante buscar apoyo e información sobre la forma correcta de colocarse
madre y bebé. Solucionar el problema de las grietas a tiempo ayudará a
continuar con una lactancia satisfactoria.
Dar de amamantar correctamente al bebe
Reviewed by Maya
on
domingo, septiembre 13, 2015
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