La intensificación de los conflictos globales está incrementando el comercio de armas
De acuerdo con las más recientes estadísticas del
Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus
siglas en inglés), en los últimos cinco años el volumen de transferencias de
los principales sistemas de armamento aumentó alrededor del 14% en comparación
con el periodo comprendido entre 2006 y 2011.
Y no es de extrañar. Solo basta con leer los titulares.
Las tensiones en Asia, en gran parte impulsadas por el
ascenso de China como potencia regional, van en aumento.
En Corea del Norte, mientras las condiciones de vida de
los ciudadanos son realmente precarias, el gobierno anuncia programas de
desarrollo de sofisticados sistemas de armamento, incluyendo cohetes de largo
alcance y bombas atómicas.
Por otro lado, Medio Oriente parece estar colapsando:
Irak y Siria están en caos; Arabia Saudita interviene en una guerra en
territorio yemení y aunque ninguno de esos países están enfrentados entre sí en
un mismo conflicto, todos están ansiosos por reforzar sus defensas.
Incluso en Europa, que quizás disfrutó algo de un
"dividendo de la paz" tras el fin de la Guerra Fría, el
comportamiento de Rusia en los últimos tiempos ha llevado a un lento aumento en
el gasto militar. Sin embargo, ese fenómeno quizás es muy reciente para entrar
en las estadísticas de Sipri.
Estados Unidos se mantiene como el principal proveedor de
armas en el mundo por un margen bien significativo. Acumula el 33% de las
ventas. Sus principales clientes son Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y
Turquía.
Rusia es el segundo proveedor, con 25% de las ventas,
siendo sus principales clientes India y China.
De hecho, Sipri señala que el gigante asiático ha
superado a Francia y Alemania en el tercer lugar en la lista de los mayores
proveedores de armas en el mercado mundial.
El rol de China como exportador de armas refleja la
creciente sofisticación de su propia industria armamentísticas, una
consecuencia de sus crecientes ambiciones militares.
Perdido entre los números globales está el hecho de que
el ascenso de China ofrece una fuente adicional de suministro de armamento que
por mucho tiempo fue exclusividad de las naciones occidentales.
La exportación de aviones no tripulados o drones es un
buen ejemplo de ello. Nigeria cuenta, por ejemplo, con un vehículo aéreo armado
no tripulado suministrado por China.
Parece que los días en los que Pekín simplemente
exportaba versiones baratas de armamento ruso han terminado.
No obstante, el hecho de que China se mantenga como uno
de los principales importadores de armas sofisticadas demuestra que todavía
tiene ante sí un largo camino por delante para desarrollar sistemas de armas
más avanzados.
Tanto las ventas de Francia como las de Alemania han
caído en los últimos cinco años, aunque las de Reino Unido (que ocupa la sexta
posición) aumentaron cerca de 25%.
En la orilla de la demanda, de los principales
importadores de armas entre 2011 y 2015, están India, Arabia Saudita, China,
los Emiratos Árabes Unidos y Australia, países que en conjunto acumulan 34% de
todas las importaciones de armas.
Ese solo dato ilustra una vez más que en Asia y en Medio
Oriente rearmarse está a la orden del día.
La intensificación de los conflictos globales está incrementando el comercio de armas
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martes, marzo 08, 2016
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