Te has preguntado como vuelve un astronauta a la tierra (video)

Cada vez que la NASA u otra de las grandes agencias espaciales envía un cohete al espacio, es noticia en el mundo de la astronomía y los aficionados a las ciencias del espacio. Afortunadamente los despegues se pueden ver en vivo y en directo vía web y todos sabemos que los primeros segundos luego del despegue son cruciales, pero... ¿acaso sabemos cómo vuelve a la Tierra un cohete?

Sabemos mucho sobre los despegues y las misiones espaciales, hemos compartido con ustedes cómo es vivir en la Estación Espacial Internacional, pero poco sabemos sobre cómo es volver, y cómo vive un astronauta cuando vuelve a la Tierra.

¿Cómo aterriza una nave espacial?

La vida de un astronauta luego de volver a casa puede ser complicada, pero lo realmente difícil es de hecho volver a casa. La entrada a la atmósfera terrestre y el aterrizaje no son tareas sencillas para una nave espacial de más de 68 toneladas, sin embargo los tripulantes de la nave y los controladores en tierra son especialistas y saben arreglárselas para lograr un aterrizaje exitoso.

Una nave espacial para volver debe deshacerse de una gran parte de su peso original.  Al momento del despegue el trasbordador espacial Shuttle pesaba más de 2 millones de kilogramos, al regresar se había deshecho de todo el peso en carga útil y casi todo el combustible, y pesaba aproximadamente 68,5 toneladas.

Antes de entrar a la atmósfera la nave tiene que realizar una serie de maniobras para lograr reducir su velocidad, ya que alcanza velocidades de hasta 28 000 km/h. Primero debe girar sobre sí misma, quedar "boca abajo" y encender los propulsores, esta es la maniobra conocida como retro-fire o retroencendido que reduce su velocidad. 

A partir de ese momento, toma unos 25 minutos entrar a la atmósfera. Ahora la nave debe volver a girar para entrar a la atmósfera con un ángulo entre 28 y 38 grados. Durante los primeros minutos luego de entrar, la nave queda incomunicada y es precisamente el momento más crítico. El intenso calor provocado por la fricción, que alcanza los 1650 grados centígrados, genera una capa ionizada que bloquea las comunicaciones de la nave durante unos 12 minutos.

Luego de superar esta etapa, el Shuttle está preparado para volar como un avión ordinario. Sólo resta realizar algunas maniobras para normalizar la velocidad y aproximarse al lugar de aterrizaje. Una vez en en tierra se desplega un enorme paracaídas que ayuda a frenar la nave definitivamente.