ENTREVISTA: VeróniKa Mendoza Elecciones 2016

¿Cuál fue el punto de quiebre de su rompimiento con el gobierno?

Cuando en Cusco, en mi región, estalló un conflicto de comunidades campesinas que reclamaban por contaminación, que no fueron atendidas, hubo muertos y heridos de por medio. Eso no lo podía aceptar.

¿Cuál considera que es el principal error de este gobierno?

Haberle dado la espalda al pueblo y haber empezado a gobernar con los grandes empresarios y la Confiep.

¿Cree en la honestidad de la Primera Dama, Nadine Heredia?

No. Se han sembrado demasiadas dudas sobre su trayectoria.

¿cree que va a ser Presidenta?

Por supuesto que sí. Somos una alternativa seria, honesta y eficiente para el país.

¿Se considera ‘caviar’?

De ninguna manera. Me considero una chola cusqueña.

¿Sabe que el Perú ha perdido cerca de 24 mil millones de dólares en inversiones mineras pudiéndose hacer más obras justamente para los que menos tienen?

Pero también debemos recuperar los cerca de 2 mil millones de soles que nos debe Telefónica, pero no le cobramos, y encima el gobierno le renueva el contrato en lugar de convocar a una licitación pública. Tenemos por cobrar 30 millones de soles a grandes empresas mineras y de petróleo que han contaminado el ecosistema, 42% del fondo de nuestras pensiones de las AFP que permitimos que se inviertan en el extranjero, cuando deberían invertirse aquí para ayudar al crecimiento económico. Ahí hay plata que nosotros sí vamos a recuperar.

¿Es Acuña el empresario emergente y exitoso que salió de abajo?

Acuña es una persona que lucra con la educación. ¿Qué ha hecho de la educación? Un negocio cualquiera y eso me parece inaceptable. Es una persona que está financiando su campaña electoral con su universidad, con la plata de las familias que financian la educación de sus hijos.

Nació en el Cusco, ¿qué recuerdos de su infancia?

Mi abuela preparando chicha, echándole una cucharadita de azúcar para que yo, pequeñita, me la pudiera tomar.

¿Y qué tal su vida en París?

Interesante. Dura también, por momentos. Pude acceder a una educación universitaria de calidad. A mí sí me tocó sostenerme, no como otras personas a quienes todos los peruanos les hemos financiado sus estudios.

¿En qué trabajó?

Me tocó ‘cachuelear’ de niñera y en restaurantes de comida rápida en la caja o haciendo papas fritas. A veces, durante un verano a 40 grados, te imaginas lo duro, pero valía la pena.